Sólo porque ha vivido con una persona 50 años, no suponga que sabe lo que esa persona está sintiendo. Algunas veces la EP puede hacer que la cara se torne inexpresiva, con los ojos mirando fijo a la distancia. Las
sonrisas, el interés el amor y la frustración que en otros tiempos veía quizás no se reflejen más en esa cara. Dado que la facilidad de palabra, la concentración en las conversaciones y el encontrar la palabra justa pueden tornarse más difíciles con la EP, no suponga que la persona no tiene nada que decir. En lugar de esto trate de:
• Encontrar un lugar tranquilo para hablar.
• Mantener una conversación por vez.
• Darle a la persona más tiempo para concentrarse y responder.
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