Los neuroestimuladores cerebrales son dispositivos terapéuticos que han sido implantados mediante una compleja intervención quirúrgica. No es fácil alcanzar un objetivo situado en lo más profundo del cerebro. Una vez que se consigue colocar la punta de los electrodos en los núcleos subtalámicos de ambos hemisferios cerebrales, el generador colocado debajo de la piel del tórax manda impulsos eléctricos que bloquean las conexiones neuronales anómalas responsables del temblor característico de la enfermedad de Parkinson. Este procedimiento consigue mitigar los trastornos del movimiento o reducir la dosis de medicación. Es un procedimiento caro y muy especializado, por eso sería una torpeza que todo el trabajo realizado se malograse por el efecto del campo magnético del imán de un aparato de TRM.
A continuación unas imágenes del proceso
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FIGURA 3) Aspecto que presentan los cables intracraneales y los electrodos, una vez que han sido introducidos dentro de la cavidad craneal por los neurocirujanos. |
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FIGURA 4) Trayecto que siguen los cables metálicos en ambos hemisferios cerebrales. Artefactos radiales. |
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FIGURA 5) Trayecto que siguen los cables metálicos en ambos hemisferios cerebrales hasta que llegan al hipotálamo. |
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